La precariedad económica en el sector cultural
El reciente estudio Condiciones laborales y de vida de los artistas y profesionales de la cultura tras la pandemia (2023), realizado por Victoria Ateca y Anna Villarroya gracias a la Fundación Caixa, revela datos alarmantes. Casi el 60% de los profesionales del sector cultural declara ganar menos de 1.500 euros mensuales, una cifra significativamente inferior al salario medio en España. Esta precariedad económica se ve agravada por la dificultad de conciliar la vida personal, familiar y profesional.
Esto puede estar relacionado con el estudio “*The Status and Working Conditions of Artists and Cultural and Creative Professionals* de la Comisión Europea (2023), donde los trabajadores culturales tienen más probabilidades de ser autónomos o freelancers, con un 32 % de autoempleo en comparación con el 14 % en otros sectores, lo que refuerza la inestabilidad económica que afecta al sector.
La importancia del equilibrio entre vida laboral y personal
Esta situación pone en evidencia las deficientes condiciones laborales que afectan al sector y plantea una cuestión urgente: ¿cómo podemos mejorar estas condiciones para garantizar un entorno de trabajo más justo y saludable? No se trata solo de visibilizar las problemáticas existentes, sino también de fomentar espacios donde las organizaciones tomen en cuenta estos factores al definir los perfiles de empleo y las necesidades laborales.
El desafío va más allá de los salarios. Alrededor del 70% de los profesionales culturales asegura sentir una fuerte presión por el tiempo y la incapacidad de desconectar de su trabajo. Por tanto, es necesario que las mejoras no se limiten al aspecto económico, sino que incluyan políticas que promuevan un equilibrio real entre el trabajo y la vida personal.
Para lograr un cambio significativo, el último estudio mencionado sugiere, las mejoras en las condiciones laborales de los trabajadores culturales pasan por la implementación de políticas más robustas, incluyendo acceso a seguridad social y medidas fiscales que reconozcan la naturaleza atípica de su trabajo. Ejemplos de países europeos que han adoptado marcos legales específicos para mejorar la situación laboral de los artistas, como España, Luxemburgo y Bélgica.
Solo mediante un enfoque consciente y colaborativo, que involucre a todos los actores culturales y a las instituciones pertinentes, podremos garantizar unas condiciones laborales que respeten la dignidad y el bienestar de los profesionales del arte y la cultura.
Si deseas profundizar en este tema, puedes consultar los estudio completos aquí: