En primera persona: Bethany Woolfall

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Fecha:14 de octubre de 2025
Bethany Woolfall es Vicepresidenta de Clientes en Arcarta, una plataforma centrada en el cumplimiento de AML (Anti-Money Laundering) y KYC (Know your customer) en el mercado del arte. Cuenta con una trayectoria profesional en galerías, arte y tecnología, y estrategia comercial, con experiencia previa en Artlogic gestionando relaciones con destacadas galerías internacionales. En Arcarta, lidera la estrategia de clientes, el desarrollo de negocio y el posicionamiento en el mercado, además de representar a la empresa en paneles sectoriales y colaboraciones de la industria.

¿Cuáles son tus tareas principales en tu cargo actual?

Como Vicepresidenta de Clientes en Arcarta, superviso toda nuestra función de atención al cliente, que abarca la captación de nuevos negocios, la incorporación de clientes y el crecimiento a largo plazo de las cuentas, con un enfoque en ayudar a galerías, asesores y casas de subastas a navegar la normativa AML y KYC de una manera práctica, conforme y comercialmente efectiva. Trabajo en estrecha colaboración con nuestros dos cofundadores para definir la estrategia de la empresa, asegurando que nuestra hoja de ruta de producto, las iniciativas de ventas y el posicionamiento en el mercado reflejen los desafíos reales a los que se enfrentan nuestros clientes. Asimismo, actúo como representante clave del negocio en el mercado, participando en paneles, conversaciones sectoriales y colaboraciones que contribuyen a posicionar a Arcarta a la vanguardia del mercado del arte.

¿Cuál ha sido tu trayectoria profesional para llegar donde estas hoy y cuáles fueron los mayores desafíos que enfrentaste?

Mi trayectoria abarca galerías, arte y tecnología, y ventas comerciales, lo que ha sido clave para dar forma a la manera en que trabajo hoy. Pasé más de cinco años en Artlogic, donde lideré las relaciones con clientes de algunas de las galerías más importantes del mundo y adquirí una sólida comprensión de cómo funcionan los negocios de arte en el día a día. Esa experiencia me dio una base firme, no solo para entender las necesidades de las galerías, sino también para implementar cambios en equipos que suelen ser pequeños, con poco tiempo y profundamente orientados a las relaciones.

Uno de los mayores retos personales fue comenzar en el mercado del arte del Reino Unido sin contar con contactos previos. Soy originaria de Australia, así que construir una red desde cero en una industria que puede ser bastante cerrada nunca iba a ser fácil. Pero eso me impulsó a ser valiente, a darme a conocer y a ganarme realmente mi lugar. Mirando atrás, me alegra mucho haberlo hecho, porque ha marcado no solo mi carrera, sino también la forma en que me presento en el trabajo que realizo hoy.

En Arcarta, he podido construir sobre esa base centrándome en el cambio regulatorio, ayudando a nuestros clientes no solo a comprender las normativas AML y KYC, sino también a aplicarlas de una manera que no interrumpa el flujo de ventas ni la columna vertebral operativa de sus negocios.

Al asumir un rol de liderazgo sénior, también he tenido que crecer rápidamente, aprendiendo a equilibrar el pensamiento estratégico con la ejecución diaria, a liderar equipos interfuncionales y a defender a nuestros clientes internamente mientras impulso nuestra voz externamente. Ha sido una curva de aprendizaje intensa, pero que me ha dado mayor confianza en mi capacidad para moldear no solo cómo vendemos, sino también cómo nos posicionamos en el mercado.

¿Cómo te mantienes inspirada y actualizada en un campo que está en constante evolución? ¿Cuáles son tus plataformas para informarte?

Lo que me mantiene inspirada es ver cómo el mercado sigue transformándose, tanto a nivel estructural como cultural. Recientemente hemos visto a importantes galerías cerrar o reducir su tamaño, lo que en apariencia podría parecer una contracción en la cima, pero no considero que sea necesariamente algo de lo que debamos temer. Este cambio abre espacio para que una nueva generación de galeristas y marchantes dé un paso adelante de formas menos evidentes y más ágiles. Esa energía, junto con las ideas y la ambición que la acompañan, resulta increíblemente motivadora.

También colecciono obras de arte personalmente, y siempre estoy atenta a artistas emergentes. Esto me mantiene conectada no solo con el negocio del arte, sino también con las razones por las que la gente se enamora de él en primer lugar. Me ayuda a mantener la curiosidad y me da una comprensión real de lo que galerías y coleccionistas enfrentan en el terreno.

En cuanto a mantenerme informada y las plataformas que utilizo, paso mucho tiempo (quizá demasiado…) en LinkedIn, principalmente porque me gusta escuchar y leer lo que la gente del mercado del arte está diciendo (sea positivo o negativo). No se trata solo de actualizaciones superficiales sobre promociones o cambios en empresas, sino de detectar transformaciones más profundas en la manera en que las personas piensan y responden al cambio. Evidentemente sigo de cerca las actualizaciones regulatorias, pero sobre todo intento mantenerme cerca de las conversaciones que tienen lugar entre nuestros clientes, coleccionistas y colegas, porque es allí donde suelen aparecer primero las señales más relevantes.

 ¿Qué habilidades o cualidades consideras que han sido fundamentales para tu éxito en el sector cultural?

Sin duda, las habilidades interpersonales. Más de una vez me han llamado una “contratación por personalidad” y, aunque al principio me preguntaba si eso era un cumplido o no, con el tiempo he comprendido que es una de mis mayores fortalezas.

Generar confianza, leer el ambiente, manejar conversaciones difíciles y hacer que las personas se sientan cómodas: esas son las cualidades que me han ayudado a abrir puertas y a impulsar proyectos hacia adelante.

Dicho esto, ser afable solo te lleva hasta cierto punto. Siempre lo he combinado con una fuerte ética de trabajo, atención al detalle y el impulso de demostrar mi valía, especialmente en entornos donde he sido subestimada. Hay una gran satisfacción en mostrar que no solo eres bueno con la gente, sino que también puedes ejecutar, liderar y ofrecer resultados significativos.

Además, he tenido la enorme suerte de construir una sólida red profesional y de contar con mentores brillantes a lo largo de mi carrera: personas que me han desafiado, apoyado y ayudado a crecer. Su influencia ha sido invaluable y ha dado forma a quién soy hoy. Intento devolver ese apoyo siempre que puedo.

¿Qué consejos le darías a alguien que está empezando su carrera en el mundo cultural?

Sé curioso y amable, y no subestimes el poder de mostrarse de manera constante. No necesitas saberlo todo de inmediato, pero si estás dispuesto a hacer preguntas, dar un paso al frente y tratar bien a las personas, llegarás muy lejos.

Algo que he aprendido es el valor de prestar atención a cómo trabajan las personas que te rodean: no solo lo que hacen, sino cómo piensan, toman decisiones y se comunican. Siempre he descubierto que encontrarse con alguien en su estilo o energía —ya sea rápido y directo o más reflexivo y considerado— puede ayudar mucho a generar confianza y a crear impulso. No se trata de ser poco auténtica, sino de ser consciente emocionalmente y adaptable.

Y, por último, invierte siempre en las relaciones. Los mentores, colegas y compañeros adecuados pueden moldear tu camino de formas que quizá no esperabas. Cuando encuentres a personas que te desafíen y te respalden, aférrate a ellas y, cuando tengas la oportunidad, haz lo mismo por alguien más.

Además, nunca aceptes un “no” demasiado rápido, porque en mi experiencia, a menudo solo significa “no por ahora”.