Según el último reporte ‘Ser trabajador cultural en España y tener un futuro’ de Fundación Banco Santander y Una más Una asegura que la “industria aporta el 3,4% del empleo en España, casi 700.000 puestos de trabajo. Se trata de un sector en el que el 70% posee formación superior y, sin embargo, sus salarios están por debajo de la media y la sensación es de perpetua crisis”. Estos datos son esenciales para entender las dificultades estructurales del sector y se refuerza la idea de los «laberintos» que enfrenta el sector. La preocupación por la empleabilidad y los desafíos económicos no solo es una percepción anecdótica, sino una realidad confirmada.
Durante una charla que tuvo lugar en Ateneo de Madrid en conjunto con un reconocido grupo de panelistas: Ana Crabiffosse, asesoramiento privado de coleccionistas; María Sancho-Arroyo, experta en mercado del arte internacional y con su última publicación de libro que trata del mercado del arte ‘¿Inversión o Pasión?’ y Antoni Ferrer, Fundador y Director de la Galería Fermay, acompañados por María Gracia de Pedro, fundadora de ARTEPRENEUR , quien moderó la sesión, enfocado con especial énfasis en la empleabilidad dentro del sector cultural, hablaron sobre sus recorridos profesionales y su visión sobre la situación actual del sector de las artes plásticas a nivel global, explorando tanto los retos como las oportunidades emergentes.
Los puntos más relevantes a destacar de esta conversación fueron, por un lado, la incidencia del rol de las subastas, los asesores de colecciones y galerías en el mercado del arte y cómo cada uno contribuye a mantener el equilibrio en un sector en constante cambio. María Sancho-Arroyo, experta en mercado del arte internacional, comentó que “en el mundo de las subastas, si bien los precios del mercado fueron muy altos para el 2022, hasta el día de hoy la gente ha seguido comprando solo que a valores inferiores”. Esto nos habla de que si bien en los últimos años el mercado ha presentado cifras más bajas en relación a su consumo, este ha tenido una constante. Por su parte, Ana Crabiffosse, Asesoramiento Privado de Coleccionistas, dice que “el rol de los asesores de colecciones permite que la gente no solo esté informada, sino también acceda a obras y artistas que están muy demandados, lo que facilita el acceso y actúa como puente entre galerías. Por lo mismo, ser transparente ayuda a un flujo completo de la información y proporciona un análisis de ella”. Lo anterior se entrelaza con los dichos de Antoni Ferrer, Fundador y Director de la Galería Fermay, quien dice: “existe mucho desconocimiento de lo que representa una galería. Está el lado comercial, que permite ser el vínculo de ventas para los artistas, dándoles oportunidades de seguir trabajando en sus obras y de tener una vida digna. Esto permite la profesionalización del sector. Por lo mismo, ayudamos a posicionar a los artistas trabajando con diferentes instituciones y roles del sector. Es decir, una galería es un lugar de encuentros entre artistas, amantes del arte, coleccionistas, comisarios, entre otros”.
Por otro lado, se discutió sobre el rol del ‘flipper’, quien cada vez más tiene control sobre el movimiento del mercado. En el mercado existen diferentes maneras de poder invertir y negociar; una de ellas es el flipping. Se trata de comprar una obra de arte y luego venderla por un precio más alto. Esto podría ser el caso de la artista Florence Konobeatsh, cuyas obras en el sector de las subastas, donde la venta se hace por el mayor postor, pasaron de venderse a €30.000 aprox. a €1.000.000 aprox. En este contexto, Antoni Ferrer dice que “desde el mundo de las galerías se intenta evitar que esto pase para que el valor de los artistas siga subiendo de manera progresiva y, al mismo tiempo, sus obras acaben en buenas colecciones de quienes realmente ven el valor en la obra y no solamente como un objetivo de valor adquisitivo para invertir”.
Para finalizar, Ana Crabiffosse menciona que el mundo del arte es sensible y reacciona según los desafíos de otras industrias y puede ser influenciado por contextos socioeconómicos como la pandemia y el Brexit. Se muestra esperanzada en la industria y comenta que ve un crecimiento grande para los próximos 20 años, considerando que la industria mueve 64 billones, y espera que las nuevas generaciones sepan aprovechar este potencial para que la cultura siga siendo una de las principales industrias del mundo, más diversificada y más plural.